Un verdadero collar es una forma ornamental compleja compuesta por eslabones intrincadamente entrelazados. Dependiendo del diseño, éstas pueden converger en una piedra principal en el centro. Los conceptos más complejos pasan de una cadena de eslabones a elaboradas guirnaldas que caen libremente sobre el escote, formando un mosaico de docenas o cientos de piedras.
Un proyecto único se compone siempre de tres factores básicos que, en colaboración con el cliente, son clave para diseñar el ideal.
Un collar es el tipo de joya más difícil de hacer. Por lo tanto, es crucial realizar una entrevista antes de hacer un diseño. Toda la información sobre los gustos del futuro propietario y las joyas que suele llevar es útil en esta fase. No es necesario tener una visión clara en esta fase: podemos aclararla juntos.
A partir de la entrevista, se crea un diseño. En esta fase podemos hacer cambios en el dibujo y modificarlo. Una vez aceptado el diseño por el cliente, empiezo a buscar las piedras. Encontrar una disposición de gemas que encaje perfectamente es un gran reto. Sólo cuando estoy seguro de que he conseguido un conjunto de piedras de primera calidad, la oferta se completa finalmente y hay que pagar el depósito por los materiales.
Incluso antes de que las piedras lleguen a mi estudio, empiezo a trabajar en el metal precioso. Preparo el engaste y el cierre y monto el collar. Una vez recibidas las piedras preciosas, se comprueban y se engarzan en el collar. La última etapa de la realización es la toma de una fotografía de estudio. Las piezas de joyería terminadas pueden ser entregadas en toda Europa por un representante autorizado o recogidas personalmente en el estudio.
Junto con la joya terminada, el cliente recibe un certificado con un holograma que describe todos sus parámetros. Los lingotes están certificados con un sello estatal que la Oficina de Pesas y Medidas del Distrito otorga individualmente para cada producto.
A lo largo de muchos años de práctica, me he dado cuenta de que la clave es, ante todo, hacer que la persona para la que estoy diseñando se sienta a gusto. El producto tiene que ser flexible y orgánico, pero al mismo tiempo no debe retorcerse ni enredarse. Las cadenas finas de la tienda que se rompen a los tres meses no son una opción. Cada collar que hago tiene una garantía de por vida.
Mi nombre es Piotr Zieliński. Siempre me han apasionado los detalles. Tras años de adquirir conocimientos, la joyería se convirtió para mí en sinónimo de todos los valores en los que creo en el arte.
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